20.08.2016
En la ventana de cocian hoy veintedos grados, nublante y soleado. Veo a mi prójimo como no me siento tan bien, ella está colgando la ropa en el patio. Ella habla finés y rara vez quire decir "Hola!" o "Hej!" o "Moi!". Me siento solo. Decepcionado o traicionado, cansado. Pero toda día tengo que hacer la comida. Una buena cosa es que nos tenemos ahora los verduras y patatas mismos, y los pimientos y cebollas. Es sólo para llevar el coche y recoger la comida en la granja. No compro en la tienda de alimentos este día. Estoy pensando que podría en mismo tiempo llevar libros y ropsa a los jóvenes de la otra granja, para que puedan tener en la escuela en el otoño. Ayer por la noche fue de todos modos agradable para descansar al atardecer. Un breve descanso.
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